lunes, 29 de septiembre de 2008

PSSSSiii ¡Silencio! Se lee

Este apartado lo usaré para comentar los diferentes libro que voy leyendo durante este tiempo:

El corazón de la Tierra. Juan Cobos Wilkins.
El libro comienza prometiendo mucho pero luego te das cuenta que la Cuenca, los sucesos, son solo fogonazos para conocer la evolución de los personajes y sus secretos, se hace un tanto monótono desde mi punto de vista, le falta más ritmo, no lo acabo de ver claro, yo no lo recomiendo.

El afgano de Fredrik Forsyth.
Es un Best Seller increíble, se pasa tres pueblos en su trama, pese a que la idea no estaba mal al principio, además se pierde en exceso en mostrar su erudición sobre el contraespionaje británico y estadounidense, saldrá una película entretenida para Tom Selleck o alguien así. No lo recomiendo nada, salvo espera en aeropuerto, vacaciones con suegra o insomnio agudo.

Samarcanda Amin Malouf
Empieza de forma excepcional cuando se centra en la vida de Omar Jayyám, luego la historia se vuelve más aburrida, menos interesante, hasta llegar hasta un final increíble, porque no se la cree ni el “Tato”, de todas formas merece la pena leerlo aunque solo sea por el libro primero “Poetas y amantes”:
Dime ¿qué hombre no ha transgredido jamás tu Ley?
Dime ¿qué placer tiene una vida sin pecado?
Si castigas con el mal el mal que te he hecho,
dime ¿cuál es la diferencia entre Tú y yo?”

Desayuno en Tiffany's de Truman Capote.
Lo mejor no el relato que daba título al libro sino los pequeños relatos que lo acompañaban, excepcionales, maravillosos, destilando una melancolía, una tristeza, una atmósfera tan íntima y a la vez tan desasosegadora y tan cercana que te hace penetrar en los relatos como si estuvieses escribiendo de ti, sin tener nada en común con lo que les ocurre físicamente pero compartiendo el alma de los sentimientos. Muy recomendable, incluso para desconocidos con los que quedarás estupendamente, es como regalar un diamante, un acierto seguro (aunque yo prefiera una caja de gambas, o un bote de azafrán en rama).

La sombra del viento de Carlos Ruiz Zafón.
Después de que todo el mundo lo leyese, que la promoción del nuevo me gustase me decidí a probarlo, al principio no le veía tanto, bueno original el planteamiento, desarrollo regulín, pero hacia el final el libro va cogiendo velocidad y reconozco que para acabarlo me acosté a las tres de la madrugada, y me tenía que levantar temprano para ir al primer día de trabajo. Creo que es lo mejor que se le puede decir, no creo que sea tanto como se ha vendido, no creo que nadie lo salve en el Cementerio de los libros olvidados. Lo recomiendo, pese a todo.

lunes, 8 de septiembre de 2008

El verano no es para mi.

Este es un blog para quien ya no podrá leerme, para mi tío Paco, mi padrino, uno de los hombres más buenos que nunca, repito nunca, ha habido en el planeta Tierra... te echo de menos, ya se que solo nos veíamos en las celebraciones familiares, en mensajes que nos mandábamos por Internet, en mis viajes a Melilla, coño, y ahora tu no estás, bueno si estás en mi corazón, en el de todos los que tuvimos la inmensa suerte de conocerte, en tu mujer, ese ser maravilloso a la que me hubiera encantado que vieras mientras te velábamos, dando ánimos, ocupándose de todos como si su dolor no existiera, como si nuestro dolor le doliera más que el suyo, nosotros, tus sobrinos, hermanos, hijos, estábamos para consolarla y fue ella la que estuvo siempre consolándonos. Vivirás en Jorge, en Sara, en mi, en los míos... pero quiero que sepas que no te perdono, que morirte fue la única putada que me has hecho en la vida, coño, te quiero, ya sé que ahora no te enteras, pero ostias necesito decirlo, que lo sepas... ya nada será igual, no estarás ahí para siempre que te he necesitado, no me podré meter contigo en las reuniones donde aparecías vestido con ropas más cercanas a tus sobrino que a tus hermanos.
Me acuerdo de tus regalos, el microscopio que casi nunca usé, el cuerpo humano, y los libros de Julio Verne que devoré cientos de veces... de cuando conocí a la tía Margarita que dije que tenía nombre de vaca, de cuando fuimos a tu boda, de los pulpos que nos daba miedo coger en Torremolinos, de cuando viniste a la carrera en el pueblo y arrasaste a todos los sobrinos que nos presentamos, de los bocatas que la tita me preparaba cuando me estaba examinando en Melilla de las oposiciones, de la bulla que me liaste porque dejé el coche en doble fila en tu calle (como un sevillano)...
lo último fue cuando unos días después de ir a tu entierro vi un mensaje tuyo donde me dabas consejos (como siempre) para hacer ejercicios sin joderme las rodillas y que no había visto...
Como cantaba Carlos Mejía Godoy:
"se murió Chu-chu martinez, chu-chu martínez murió ... que Dios lo haya perdonado porque nosotros no..."
Y lo que no te voy a perdonar es haber dejado sola a mi tía, las lágrimas de mi padre, de Cueceleches... de todos los que te queremos, tu hueco, y eso que eras chico, se quedará vacío para siempre en la mesa y en nuestros corazones...
Yo no creo en Dios, y ojalá que no exista porque como exista y lo vea unos segundos en mi paso hacia el infierno le voy a dar una Ostia que ni un cardenal...